El mito de Urano, el titán primordial del cielo

Urano era el Padre Cielo, la antigua personificación griega de los cielos y, por un tiempo, el gobernante del universo conocido. Huérfano de padre, fue concebido por Gea sola, con quien formó la pareja primordial, convirtiéndose así en el ancestro de casi todos los dioses griegos. Sin embargo, fue un marido cruel, y no permitió que ninguno de sus hijos saliera del vientre de su madre, lo que finalmente condujo a una rebelión y a su muerte a manos de su hijo, Cronos.

El nacimiento de Urano

Tradicionalmente, Urano era considerado un descendiente de Gea, la Madre Tierra, quien – como dijo Hesíodo – lo creó «igual a ella, para cubrirla por todos lados, y ser un lugar de estancia siempre seguro para los dioses benditos». Sin embargo, según autores posteriores, Urano tuvo un padre (bastante oscuro) llamado Akmon, lo que puede explicar por qué a veces se le llamaba Akmónides, que significa tanto «el hijo de Akmon» como, con un poco de imaginación, «el incansable». En una etapa aún más tardía, el padre de Urano fue identificado como Aether, el Aire Superior.

La regla de Urano

Urano engendró hasta dieciocho hijos con Gea, pero, tan pronto como cada uno de ellos nació, no perdió tiempo en esconder al niño en un lugar secreto de la Tierra, es decir, devolviéndolo al vientre de su madre. Y mientras Urano se regocijaba con su maldad, la apenada Gea no podía dejar de gemir de dolor.

Incapaz de soportar más la incomodidad, Gaea creó una hoz adamantina y animó a sus hijos a usarla para derrocar a su cruel padre del poder, y finalmente ser capaz de salir del útero y ver la luz del día. Cronos, el más joven de los Doce Titanes, fue el único lo suficientemente valiente para aceptar el desafío. Gea le dio la hoz y lo escondió hábilmente en una emboscada, para que la próxima vez que Urano intentara acostarse con ella, Cronos pudiera castrarlo. Así, liberó a sus hermanos y hermanas y se coronó a sí mismo como el gobernante de todos los dioses y hombres.

Los hijos de Urano

Antes de la caída de Urano, de su unión con Gea, surgieron dieciocho hijos: los doce Titanes (Océano, Ceos, Crío, Hiperión, Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe, Tetis y Cronos), los tres Cíclopes (Brontes, Estéropes y Arges) y los tres Hecatónquiros (Coto, Briareo y Giges).

Sin embargo, Gea concibió muchos más una vez que Cronos castró a Urano y la sangre de Urano tocó la Tierra: Las Erinias, los Gigantes y las Melias, entre otros. Echados al mar, los genitales de Urano produjeron su más adorada descendencia, la diosa sin madre del amor y la belleza, Afrodita.